martes, 4 de diciembre de 2012

ENTREVISTA A RAFAEL DÍAZ PALACIOS

Sorpresivamente, el Miércoles Santo de 2009 anunciaba su retirada del mundo de los martillos. Más que un capataz, se marchaba un sevillano cabal, un sobresaliente en la cuadrilla de plata de la Semana Santa y auténtico padre para sus costaleros.

P:  ¿Por qué cree que llegó el momento de decir adiós ?


R:   Llevaba cuatro años arrastrando males y

      físicamente no me encontraba bien en
      Semana Santa. Tanto es así que yo me salía
      de las cofradías buscando una silla para
      poder descansar. Cuando llegó el Miércoles
     Santo estaba reventaito. Llegué al Baratillo
      muerto y, de esas cosas que se te pasan por
      la cabeza, en ese momento anuncié que
      aquella sería mi última llamada . Al viernes
      siguiente me tuvieron que ingresar por un
      infarto.

P:   Desde que anunció su adiós, no han dejado de lloverle los homenajes.

R:   A mi me hubiera gustado decir un adiós menos sonado...

P:   Algo tendrá que ver su carisma.

R:   Mi lema ha sido siempre el darle cariño a mi gente y ser como un padre para ellos. Para mi y
      para mi cuadrilla yo he querido cariño debajo de un paso. Por muy buen costalero que un tío
      sea, si no me cuaja en la cuadrilla a mí no me vale. Prefiero al amigo que al buen costalero.

P:   ¿Cómo recaló en el mundo del martillo?


R:    Y o traigo la vena de mi abuelo, Francisco

       Palacios, que fue uno de los mejores capataces
       que ha habido en Sevilla. Yo no lo conocí, pero
       me hablaron tanto de él que empezó a tirarme
       esto. Después , coincidía que yo nací en la casa de
       la Moneda , en la Calle San Nicolás , y allí vivían
       Antonico , que era el segundo de Manolo
       Bejarano , Alfonso Borrero y los hermanos Rechi.
       La calle era de categoría, quitándome a mí, un
       chavalín por aquella época. De chico me llevaban
       a sacar cofradías y el venenillo ése se me fue
       pegando. Y ya aproveché la coyuntura de la
       transición de hermanos costalero para ofrecerme
       al Baratillo. Y cogí la cofradía con una condición:
       los hermanos rechi vinieron a enseñarnos. A los
       dos años quitaron  a los Rechi y nos quedamos mi
       primo Paco y yo. Aquello sería en el año 79 u 80.

P:    ¿A quién considera su maestro?

R:    ¿Maestro, maestro...?  A mi no me ha enseñado nadie. Lo que pasa es que yo me fijaba en
       todo y escuchaba. Aprendía de ver y oír, pero no puedo decir que nadie me haya enseñado el
       oficio.

P:    En un caso, por su altura, no se cumple el axioma de que es necesario ser costalero para 
       ser  capataz.

R:    No, ni yo creo esa teoría. Te puedo decir tranquilamente y con el corazón en la mano que lo
       que vive un costalero abajo lo he sentido yo fuera.

P:     ¿El capataz nace o se hace?

R:     Es una pregunta que no sabría contestarte, pero a mí nadie me ha echo capataz, ni nadie me  
        ha dicho que me parezca en mi forma de mandar a ningún otro capataz.

P:      ¿Ha cobrado en alguna cofradía?

R:      Yo cobré una gratificación que me daban en Aznalcóllar,  pero son gastis de desplazamiento.
         En Sevilla jamás.

P:      ¿Como definiría su estilo, su impronta?

R:      Simplemente, miro un paso y me lo imagino andando de otra forma que le vaya mejor. Fue
         lo que nos pasó y me imagino, fue lo que nos pasó con Los Javieres, que no me gustaba el
         pasito de muñequita de Famosa que llevaba. Consulté a la junta de gobierno, probamos con
         un paso largo y lo hicimos. La idea de mi hijo Rafa.

P:      Ha sido capataz de tres cofradías con estilos muy diferentes ¿no?.

R:      Francamente, puedo presumir de llevar un barco con un misterio precioso, una hermandad
         seria y una hermandad alegre con un paso de palio alegre. En la Cena también le hemos
         cambiado el andar. Yo soy un poco... capataz pellisquero, en el sentido de que me gusta
         pegarle el pellisquito a la gente, pero no los abusos. Pellizco como el que hicimos en el 2009
         con la Cena, que nadie se dio cuenta, ya en la entrada. Nos pusimos de acuerdo con la banda
         para que toda la cuadrilla se diera la vuelta con el paso arriba. Que ésa es otra cosa
         primordial, los capataces deben estar en conjunto con la banda, lo que pasa es que las juntas
         de gobierno se meten muchas veces por medio y no te dejan trabajar.

P:     Entonces la figura del diputado de banda, ¿es un embrollo para el capataz?

R:     Para mi si, Las marchas tienen todas su sitio, su ritmo , su hora. Y eso no lo comprende
        alguna gente.

P:     ¿Se debe amoldar un capataz al sello de una cofradía o por contra debe de imprimir su  
          estilo por encima de todo?

R:     Eso es como si llegas a una comunidad de vecinos y quieres cambiar las reglas. Tú eres un
        vecino más y no puedes llegar diciendo que vas a poner tres macetas en la fachada porque a ti
        se te antoja. Puedes dar tu opinión y sugerir cambios, pero creo que el capataz se debe de
        amoldar a la idiosincracia de cada hermandad . Lo fundamental cuando llegas a una cofradía
        es darse a querer y respetar. Cuando llegué a La Cena había costaleros de palos distintos con
        diez y doce años bajo las trabajaderas que no se conocían entre si. En la primera igualá que
        tuvimos, los formé en plan militar, les dije que se dieran  de frente unos a otros y que se
        abrazaran. Ahí acabó la igualá , tomándonos todos un tinto.

P:     ¿Cual es la mayor satisfacción  que se lleva de sus 30 años como capataz?


R:      Una cosa muy bonita y que

         yo aprecio mucho: que he
         hecho muy buenas amistades.
         Eso de que todo el mundo te
        conozca y te digan "Rafael,
        que bien ha ido la cofradía por
        tal sito" eso  es una
        satisfacción personal muy
        bonita. El colofón ha sido
        estos premios y
        reconocimientos  que me han
        dado que no sé si los
       merezco. Después tienes el ego
        personal de decir que soy  el
        primer capataz en la historia
       de Sevilla que le dedican una
       marcha (capataz y maestro) y
      de que te nombren en el caso Los Javieres , capataz honorario perpetuo. También me hizo una
       gran ilusión el que me dieran el Jaier de honor, un reconocimiento que sólo tienen grandes
      personalidades, o el Giraldillo del Curso de Temas Sevillanos Ateneo. Yo mismo me pregunto:
      ¿Quien leche soy yo para que me hagan estas cosas? Hay personas que se los  merecen mucho
      más.

P:     De todo el recorrido del Baratillo , ¿se queda usted con la chicotá de la Avenida?

R:     Lo de la Avenida no es cosa mía, fie de los costaleros. Eso surgió en una comida de los
        costaleros siendo hermano mayor Jose Luis Cantalapiedra . Me llamó y me dijo " Mira lo que
       dicen esta gente que este año van a hacer la avenida de un tirón". "Esta gente están locos"
       pensé para mí y ahí quedó la cosa. Pero llegó el Miércoles Santo y cuando fui a parar el paso
       en la Avenida me dijo uno "Como toques el martillo te arrancamos la mano. Esto va hasta la
       catedral". Ea, pues vámonos , venga música. Y así nació esa tradición. Un año lo hicimos
       desde el palquillo de la plaza de San Francisco.

P:    Supongo que en este mundillo también habrá envidias y rivalidades . ¿ Que suprimiría 
       el mundo del martillo?

R:    Mira, yo una de las cosas que quitaría es el protagonismo feo que están adquiriendo algunos,
       tanto del que va vestido de negro como del que va con el costal. Cierto es que hay una parte
       de culpa de las juntas de gobierno que no dejan trabajar a los capataces. Éstos deben tener su
       terreno. Lo malo es que en este mundo hay un afán de protagonismo muy grande y
       últimamente hay una fiebre martillera desmedida. Hay que ser más responsable y más humilde
       para tocar un martillo, y más caballero y más señor a la hora de defender tu forma de trabajar.
       a mi no me han ofrecido cofradías. Pero yo no me bajo los pantalones porque no me da la
       gana. Mi forma de trabajar es esta, si usted me la respeta yo vengo. Pero como esa hay
       muchos que lo consienten, pues así estamos.

P:    ¿Las cuadrillas son grupo de presión?

R:    Pueden actuar así, porque si son hermanos , son hermanos en todos los aspectos.

P:    ¿Le han sugerido en algún proceso electoral que movilice a su cuadrilla?

R:     Si, pero yo siempre digo que , por mucho que pueda decirle a la cuadrilla, cuando un tío se
        mete detrás de la cortina y coge el voto, no sé lo que va hacer. Por ahí no he entrado nunca.

P:     ¿Cual fue el más importante consejo que le ofreció a su neito antes de ponerse delante 
         de un paso?

R:      Que no se lo crea nunca, que trabaje con humildad y que quiera a la gente.

P:      Se ha despedido de los martillos paseando a su Virgen de la Caridad y coronada?

R:      Hombre sí, por supuesto. Me hubiera gustado mucho que nos hubieran permitido salir por el
         barrio como estaba previsto, pero no nos lo han concedido. Esa es otra de las cosas que no
         se conciben , cómo hay hermandades con mas privilegio que otras. Yo soy mas Trianero que
         las zapatas pero lo nuestro eran 50 años, no 25.



                                                                         RAFAEL DÍAZ PALACIOS
                                                                         "CAPATAZ DE SEVILLA"



Entrevista extraida por la revista "MAS PASIÓN7" de el correo de Andalucía. 




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