AL COSTALERO QUE DEBUTA EN SEVILLA

Te escribo a ti, esa persona que este año se estrena en Sevilla como costalero. Recuerda que no sólo ponerse un costal ya te hace serlo , costalero implica un extremo esfuerzo y compañerismo a raudales, un compromiso y responsabilidad constante, ponerte un costal y una faja no es un disfraz, es una herramienta de trabajo que tienes que honrar con mucho sudor. El costalero mentalmente siempre tiene que ir concentrado en la "pelea" que mas dura o más leve va a tener, la devoción se lleva por dentro pero no con eso se saca un paso, hay que tener afición a este oficio de antaño y sobre todo GANAS. Se humilde, no alardees nada, el día que salgas representas con un escudo en el pecho una corporación, no hagas que hablen mal de ella por tu culpa, todos sabemos de casos que hoy día nos siguen doliendo y que mancharon todo lo bonito de esto, costaleros bebiendo alcohol cerca del cortejo, postureos máximos entre nazarenos... deciros que estáis muy equivocados si os ponéis las cañas por las rodillas y la visera del costal por la nariz, la gente no va a decir "vaya pedazo de costalero" por eso, es más, lo más seguro que se estén riendo de ti. El costalero siempre ha sido la parte anónima de la cofradía, quien se dedica a pasear la Fe nuestra y disfrutar de una manera privilegiada entre su gente en un lugar llamado trabajadera. Y recuerda, la experiencia no te hace ser costalero, hay quien no vale para esto ni ahora ni dentro de diez años, piensa que si no pones de tu empeño en un momento duro hay alguien que se comerá tus kilos y los trabajará por derecho, alguien que se puede lastimar. Dicho esto, sólo cabe disfrutar y trabajar por derecho la cofradía, no hay más felicidad que la cara de estar orgulloso del esfuerzo realizado.