Al año siguiente sus amigos y compañeros rindieron homenaje en su memoria colocando este azulejo que encontraba la hdad por sorpresa en su transcurrir, momento de gran emoción según cuentan los allí presente.
Este año aquella desgracia cumplirá 30 años, y en el que hizo 25 muchas fueron las fuentes periodísticas y cofrades todos los que criticaron el poco tacto que tuvo la hermandad , que al pasar por allí ni siquiera la voz del capataz en su recuerdo en una levantá, ni un mísero ramo de flores en aquel azulejo, ni girar levemente el paso para honrarlo... alguien que se dejó la vida sudando y sufriendo por su devoción. Lo que nunca falta son aquellos claveles rojos que cada Miércoles Santo por la mañana coloca la familia, y que nunca falte.
Este año se cumplen los 30 y esperamos que una de esas levantás absurdas que se dedican en muchas ocasiones se reserven y justo allí, en el sitió que se fue José Portal se alce la voz al cielo para que sepa que se le recuerda y que es alguien especial en el seno de la hermandad y de su cuadrilla de costaleros eternamente.
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