jueves, 28 de febrero de 2019

LA ANCIANA DEL BALÓN Y ANTONIO SANTIAGO

Libro: 75 anécdotas más de costalero y capataces.
Autor: Francisco Javier García Bautista

La Semana Santa, aparte de ser una fiesta popular y devocional para muchas personas. En el caso de otras es una fiesta para el descanso, ocio y playa.
Toda entra dentro del gusto de cada uno y no deja de ser respetable la opción que cada uno estime oportuna.

Para los que sentimos lo primero es una fiesta, tradición, herencia de nuestras familias y un sentimiento para muchas personas que pueden verla y otras que por desgracia no pueden verla (por enfermedad, imposibilidad, distancia, etc...) y la siguen por radio o televisión.

Y ya inclusive con las nuevas tecnologías por internet en redes sociales.
También es momento de agradecer a los medios de comunicación, el gran impulso, que se le ha dado a estas retransmisiones en directo que hace unos años apenas existían.

El pasado año 2012 y cuando la Hdad de la Resurrección subía la Cuesta del Bacalao, con su paso de palio de la Virgen de la Aurora, mirando hacia un balcón  se podía ver la imagen de una señora anciana postrada en su su cama arrimada a ese balcón para poder ver pasar la imagen de la Señora de la Aurora.


Antonio Santiago hizo con este gran gesto saltar las lágrimas de algún que otro asistente y seguro que darle aquella mañana aún más fuerza y alegría a aquella anciana postrada en su cama, y como él bien dijo allí sus costaleros en ese mismo instante: "Para eso sale la Virgen.."

Como los horarios mandan y las hermandades han de cumplirlos, la cofradía, continúa su discurrir por las calles de Sevilla. Teniendo en cuenta que la Hdad de la Resurrección cierra nuestra Semana Mayor, y que además de llegar a Santa Marina tiene "otros" compromisos muy importantes con varios conventos e instituciones en su recorrido de vuelta.

Antonio Santiago manda llamar el paso de palio. El paso se adentra por la calle Placentines y cuando llega a la confluencia con la calle Francos, allí donde se abre una pequeña explanada en forma de plaza, el paso vuelve a girarse sobre su eje 180º grados para despedirse de la anciana abuelita, que a a lo lejos , seguía despidiéndose de la Virgen.

Estos son los detalles de capataces en este caso Antonio Santiago, que paran desapercibidos pero que hacen posible que los que nos metemos debajo de un paso creamos en algo más que cargar kilos.


Hay muchos detalles por parte de muchos capataces y costaleros que pasan inadvertidos pero que son tan reales como la vida misma.

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