¿Acaso no habéis escuchado esta levantá nunca? Lo dudo... y más que debería oírse.
Que nos perdonen nuestras parejas pero una madre...(niego con la cabeza) una madre nunca pesa. Ya peina canas en su pelo plateado y no sólo estuvo ahí desde el primer día que vi la luz sino que hoy con tu leve cojera y esas arrugas que marcan el tiempo de la vida misma sé que estás ahí a donde quiera que vaya y entre otras cosas por eso soy costalero de Ella, en honor a ti que has y sigues dando todo por tu hijo sea cual sea el momento y la razón. Perdóname si por costumbre no le doy las gracias a tus buenos gestos de llevarme el bocata en los relevos acompañado de una botellita de refrigerio, de llenarme los bolsillos de esas gominolas que según tú son el remedio ante un posible mareo por culpa del azúcar, o por dejarme la comida hecha para cuando llegue a casa molío. Aún teniendo la barba de San Pedro y mis hechuras de 1,85 con mis treintitantos siempre seré tu niño mimado, tu ojito derecho al que no quieres que le pase nada y al que nada le pasará mientras estés tu ahí ya que eres el motor de mis fuerzas continuas. Ojalá pudiera hacerte un palio para pasearte por Sevilla, no te me vayas nunca. FELICIDADES, TE QUIERO MAMÁ
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